Hoy en día, el cine mexicano es un espejo de dos caras. Por un lado, está esa industria fílmica prácticamente inexistente entre la extinción y la sobrevivencia, resistiendo el impacto publicitario de las grandes distribuidoras estadunidenses, el apoyo mínimo de los medios y arrumbado a los peores horarios y con una exigua permanencia en pantalla en el caso de las obras que intentan romper los esquemas comerciales más trillados. A su vez, un nuevo cine de comedia que acude a todas las fórmulas probadas para un público educado por los esquemas televisivos más simplones. Y al mismo tiempo, una producción que rebasa los 200 títulos y más de cien estrenos anuales en el pasado 2022. Un cine mexicano distinto y audaz que ha traspasado fronteras y que en su propia tierra parece reptar en la clandestinidad a pesar de la enorme cantidad de premios internacionales y la presencia de exitosos artistas fílmicos instalados en el extranjero.

En esa otra cara de nuestra cinematografía, se encuentran decenas de jóvenes realizadores o aspirantes a directores, egresados de las escuelas de cine y universidades, cuya posibilidad de realizar su ópera prima o una segunda película en nuestro país, depende no sólo de la suerte, el financiamiento, o el poder de convencimiento, sino de acortar ese abismo de desconfianza que media entre el sueño de uno y la recuperación económica del otro. Así, a pesar de la falta de estímulos constantes, la inventiva y el entusiasmo de éstos jóvenes, cuyas edades fluctúan entre los veinte y los treinta y tantos años, no se diluye. Por el contrario, apuestan a un cine de ruptura, al documental urbano o rural, a las propuestas fílmicas con escasas locaciones, personajes y equipo técnico, incluso, la utilización de actores no profesionales. Y a su vez, se valen de las nuevas tecnologías de la imagen para levantar sus proyectos en ésta ciudad o en el interior del país. 

Sin embargo, para llegar a éste atractivo cine de fin de milenio y el cine de hoy en 2023, hubo que enfrentar una serie de cambios que se iniciaron poco antes del llamado cine Echeverrista. El cine independiente de la década de los cincuenta y en particular el producido en los años sesenta logró consolidar una industria joven. Una etapa culminante de gran bonanza temática y de producción que se extendió en la década de los ochenta con obras alternativas realizadas fuera de los canales industriales y a su vez, tuvo un breve eco significativo a fines de esos mismos años ochenta, cuando el Estado cambió su política convirtiéndose más en socio que en competidor de la iniciativa privada. A ello, se sumó la estrategia neoliberal y de apertura del Salinismo al tiempo que los medios de comunicación exageraron al hablar de un nuevo cine mexicano, a lo que se sumaba el impacto del cortometraje producido de los años noventa a la fecha.

Del presente taller Seminario de Cine Mexicano contemporáneo propone una revisión de títulos y autores fundamentales para llegar al cine globalizado que hoy presenciamos en tiempos de pandemia.


Temario:

I. Antecedentes. Raíces y el cine independiente.

II. El cine independiente de los ochenta y el Salinismo

III. La herencia del Salinismo

IV. El nuevo cine durante los años del Zedillismo

V. El nuevo milenio / El fin del PRI y el cine en el gobierno Panista del cambio

VI. Un nuevo cine a pesar del Foxismo

VII. Cine de géneros durante el Foxismo

VIII. El cine en tiempos de Calderón

IX. Los recuerdos del porvenir. El cine de hoy…el cine ulterior. 2010-2023


3 sesiones:

• 10, 12 y 17 de octubre de 7 a 10 pm (Hora del centro de México) / 8 a 11 pm (Hora de Quintana Roo).

• Modalidad virtual / Cupo limitado

• Actividad sin costo para los asistentes

Compartiendo Cine 2023 es posible gracias al apoyo de Flora, Fauna y Cultura de México, A.C., Parque La Ceiba, Habla: The Center for Language and Culture y del Instituto Mexicano de Cinematografía a través del programa Fomento al Cine Mexicano (FOCINE).


 

Egresado de la licenciatura en Comunicación Social por la UAM-Xochimilco y de la primera generación de la Escuela de Escritores de la SOGEM. Ha sido investigador de la Cineteca Nacional, Filmoteca de la UNAM y del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Dirigió el cine club del INBA y condujo la serie de TV UNAM: Maravillas y curiosidades de la Filmoteca de la UNAM. Escribió el guion del largometraje Borrar de la memoria (Alfredo Gurrola, 2010).

Colaborador de La Jornada Semanal y la Revista Zócalo, es autor de más de 30 libros entre ellos: Una mirada insólita. Temas y géneros del cine mexicano, David Silva. Un campeón de mil rostros –Premio CANIEM a Mejor Biografía-, ¡Aquí está su pachucote…noooo! Una biografía narrativa de Germán Valdés, Orson Welles en Acapulco (y el misterio de la Dalia negra), Mex Noir. Cine mexicano policiaco, Un cineasta llamado Ismael Rodríguez, Con D de deseo, destape, erotismo y sexo en el cine mexicano.

En 2004 obtuvo el Primer Lugar del XX Certamen Nacional de Cuento Magdalena Mondragón y en 2013 la Mención Honorífica en el 7º Concurso Nacional de Novela Negra. En 2018 Premio Guerrero de Oro Mérito Periodístico por trayectoria (red prensa mexicana de cine) homenajeado en el Festival Universitario de Literatura y Arte 2019.

 
 
 

Conoce un poco más de Rafael Aviña

 
 

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